jueves, 22 de septiembre de 2011
¡Rompe el hielo!
miércoles, 21 de septiembre de 2011
En primavera, somos todos candidatos.
domingo, 18 de septiembre de 2011
Arranca el FIBA
Como primera recomendación para la primavera les dejo sin vueltas, ni preludio el link a la programación del FIBA 2011. El festival internacional de teatro que se hace cada dos años en la ciudad, que en esta oportunidad serealizara desde el 24 de septiembre al 4 de Octubre. Esta recomendación es una excelente oportunidad para ver obras que por diversas razones no llegan a la cartelera porteña Lo destacado de esto es que no solo llegan obras internacionales sino que también llegan muchas compañías del interior del país que es muy bueno para el fomento de las mismas.
lunes, 29 de agosto de 2011
Nuevos Buenos Aires
No quería dejar de hacer mención al premio que otorgo a nuestra hermosa ciudad una de las más prestigiosas guías de turismo, la Lonely planet. En su página publico el ranking de las 10 ciudades más inspiradoras para el arte dentro de las cuales Buenos Aires quedo tercera. Lo que quiero remarcar no es el podio obtenido, ya que determinar qué ciudad es la más inspiradora no sé si tiene mucho sentido porque es una cuestión totalmente subjetiva. La cuestión que quiero plantear no es si tal ciudad tendría que estar más a arriba o más abajo que tal otra. Si no destacar lo inspiradora e interesante que es nuestra vibrante Buenos Aires.
Aprovechando que estamos en las vísperas de la primavera quería escribir para ir despertando a los remolones porteños, dentro de los cuales me incluyo, del crudo invierno. Con la frente en alto por el orgullo que genera vivir en una de las ciudades con más vida artística del mundo salgan a los bares, a los teatros y por qué no a las plazas. A nutrirse de la rica vida porteña, la misma que alguna vez inspiro a Borges, a Piazzola y al mago Cortázar. Porteños aprovechemos los nuevos buenos aires que nos va a traer la primavera para empezar a salir de nuestras casas y empezar a vivir esta ciudad como ella se lo merece.
Nota al pie: No adjunto foto ya que poner una sola seria muy mezquino para una ciudad tan linda.
miércoles, 27 de julio de 2011
Jazz, pop & otras bebidas.
Sinceramente les recomiendo que vayan por mas que no sepan mucho de jazz, ya que no hace falta ser un experto. Lo único que hace falta es dejarse llevar por la música y van ver que si lo logran les va a cambiar el humor. Por ultimo espero que todos al salir digan lo mismo que yo: "Este lugar es mágico".
martes, 19 de julio de 2011
Mapa interactivo de Buenos Aires
Básicamente el mapa tiene cuatro aplicaciones Buscador de direcciones, otro de lugares, distinto mapas interactivos y por ultimo y el mas practico el "como llego". Paso a explicar brevemente cada uno, ya que en las próximas entradas prometo hacer un paso a paso para los que son mas duros con la tecnología o el idioma. Los buscadores no tienen mucha ciencia, lo que si vale una pequeña aclaración es del lugares. Los lugares que se encuentra son lugares turísticos (restaurantes, teatros, bares notables, etc.) así también como los útiles (Hospitales, comisarias, y hasta farmacias, etc.). Esta funcionalidad se encuentra relacionada con el "como llego" ya que una vez que uno no encontró el lugar que uno quiere, hay un boton que dice "Como llego". Los mapas interactivos tienen geo-referenciada todo tipo de información en el mapa de la ciudad que se pueden mezclar entre si. Como por ejemplo te pueden marcar el teatro que uno busca con las bicisendas de la ciudad. Y por ultimo el "como llego" que te da la información de como llegar de un punto al otro tanto por medio propio (caminando, auto o moto) o por medios de transporte publico marcando uno la cantidad de cuadras dispuesto a caminar.
Foto con el ejemplo de los mapas interactivos:
Se puede observar las ciclovías y el MALBA. Dato útil para saber si puedo llegar por bicisenda al MALBA.
Espero que les resulte tan útil como me resulto a mi y prometo subir lo mas rápido posible el paso a paso prometido. Pueden acceder al mapa desde el titulo de la nota o si no acá les dejo el enlace:
http://mapa.buenosaires.gov.ar/
lunes, 18 de julio de 2011
¿Todo tiempo pasado fue mejor?
miércoles, 25 de junio de 2008
Un congreso, dos congresos, ningún congreso.
Los constantes e históricos desencuentros políticos entre los argentinos hicieron que existan en nuestra ciudad lugares prácticamente destinados a la protesta. Hay dos plazas que concentran la mayoría de las manifestaciones: una de ellas es la histórica Plaza de Mayo y la segunda es Plaza Congreso. Son una suerte de “protestódromo” de la ciudad.
Estas manifestaciones hicieron que el enorme patrimonio cultural, artístico y natural de estas plazas sea imposible de cuidar y mantener correctamente: la instalación de carpas, las pintadas con aerosol, miles de personas caminando sobre el césped, ollas populares, banderas colgando de los faroles, etc. son parte del escenario habitual que estas plazas nos ofrecen.
En esta entrada me interesa comentar algunos aspectos interesantes sobre la Plaza Congreso, una plaza casi olvidada por muchos que prefieren esquivarla para evitar encontrarse con alguna de las habituales protestas. Es frecuente ver a los periodistas que cubren las manifestaciones llamar a esa plaza con el nombre de “Plaza de los Dos Congresos”, lo cual es erróneo ya que la plaza posee el nombre de “Plaza Congreso”, el error puede ocurrir porque el monumento ubicado exactamente frente al parlamento recibe el nombre de Fuente de los dos Congresos, en referencia a la Asamblea del año XXIII y el Congreso de Tucumán.
El patrimonio artístico de esta plaza es realmente importante, podemos encontrar en ella, además de la Fuente de los Dos Congresos, una de las dos réplicas fundidas en el molde original, que existen en el mundo de la obra “El Pensador” de Auguste Rodin (la otra réplica se encuentra en Filadelfia). La obra fue comprada por pedido de quien en ese momento se desempeñaba como Director del Museo de Bellas Artes, Eduardo Schiaffino quien recomendó colocarla debajo de las escalinatas del palacio legislativo.
Pueden encontrarse también, gran cantidad de monumentos dedicados a personas que fueron importantes dentro de la vida política de nuestro país como Mariano Moreno, Alfredo Palacio, Ricardo Balbín y José Manual Estrada.
Otro error habitual cuando hablamos de Congreso es confundir esa zona con un barrio. En Buenos Aires no existe ningún barrio que tenga el nombre de Congreso y tanto la Plaza Congreso como el Congreso de la Nación se encuentran dentro del barrio de Montserrat.
Por último, existe una obra que causa fascinación en los estudiantes primarios que recorren la plaza: el Monolito del Kilómetro 0, que simboliza el inicio de todas las rutas y caminos argentinos. Vale aclarar que este tipo de construcción no es original de Buenos Aires ya que el primero de ellos se le atribuye al emperador romano César Augusto, pero también podemos encontrar obras similares, por ejemplo, en el Capitolio Nacional cubano en La Habana, o en la plaza ubicada frente a la Catedral de Notre Dame en París, o en la Puerta del Sol madrileña, o en el monumento indio en memoria de Mahatma Gandhi llamado Raj Ghat ubicado en la ciudad de Nueva Delhi.
Existen muchos más datos interesantes sobre esta plaza que iremos agregando en nuevas entradas. La historia de su construcción, las anécdotas de la bandera que la adorna (la más alta de la ciudad con 38 metros de altura), los edificios que se encuentran a su alrededor, etc. Pero no quisiera dejar de recomendar a los lectores que durante las tardes de primavera o verano disfruten un buen vino o una cerveza fresca al atardecer en los bares ubicados en el extremo de la plaza opuesto al Congreso, sobre la calle Luis Sáenz Peña.
Los colectivos que pueden llevarnos hasta la plaza Congreso son: Línea 5, 6, 7, 12, 23, 37, 50, 56, 60, 64, 86, 102, 105, 116, 150, 151 y 168. También se puede ir la Línea A del subte y bajar en la estación Congreso.
sábado, 7 de junio de 2008
Otro planeta
Apareció en 1996, sí apareció así como que de repente. Un día nos despertamos y como por generación expontánea en Puerto Madero había un barrio. Como decía, es como otro planeta. Aunque por la foto parece una redondeta.
miércoles, 28 de mayo de 2008
Quijote
lunes, 19 de mayo de 2008
Primero la introducción
Las fotos de la serie “Atardecer en Recoleta”, de Olivier Ubertalli, se llevan bien con la historia. Y son hermosas. Para verlas hace click acá.
Afuera, hay plantas bien cuidadas y una caja de cartón corrugado, con agujeros, dos circulares en un lateral, y otro más largo que ancho en el frente, lo suficientemente grande para meter los dedos y alzar la caja. Desde allí se ve el supermercado, la construcción del edifico de estacionamiento en el predio que correspondía a lo que era un petit hotel, a más edificios. Están además los encargados, los paseadores de perros y algunos transeúntes. A esta hora de la mañana los ruidos son sólo los de los changuitos que se entrechocan cuando los empleados los acomodan para ponerlos a disposición del público en la entrada. Se escuchan también unos pocos autos y los colectivos de las dos líneas que circulan por la calle.
La persiana junto al balcón estaba baja y se levantó. Las cortinas se corrieron. La luz de la habitación está apagada. El hombre estará tal vez en penumbras o en algún otro cuarto.
Jueves 13 de marzo
El sol brilla en los vidrios de las ventanas de los edificios de enfrente y él fuma afuera. Una mano sostiene el cigarrillo, la otra está apoyada en la baranda. Mira en dirección a la calle. Tiene una panza saliente y compacta. La actitud es la de quien se toma unos minutos para respirar, pero hay algo en la escena que desentona con esta posibilidad. La tensión en el brazo apoyado. La mirada imperturbable frente a los ruidos del tránsito y los ladridos de los perros que los paseadores pasan a buscar a la mañana. Son las diez y él está en bermudas caqui y remera uno o dos talles más grande. Tiene poco más de cuarenta años, el cutis blanco y mucho pelo, negro y crespo. Ahora está despeinado.
Viernes 14 de marzo
Hay visitas en el departamento. Él conversa con una mujer. Lleva puesto un pantalón de jogging de color beige y un buzo azul, otra vez demasiado grande. Ella es rubia, de cabello ondulado, y tiene puesto un jean y una remera de hilo blanca. Es mayor que él, más baja y muy delgada. Podría ser su madre. Él, recostado sobre el ventanal, la mira mientras ella, de perfil, se agacha de manera intermitente y toca las plantas, corre de lugar las macetas, retira hojas secas, remueve la tierra. Al cabo de un rato entran al living.
Sábado 15 de marzo
Con el pie derecho se rasca la pantorilla de la pierna izquierda. Hoy tiene un short negro con tres rayas blancas a cada lado, como los de futbolista, y una remera blanca, arrugada. Está recostado en la puerta entreabierta del ventanal y mira la caja como si adentro hubiera algo digno de mirar. Inclina la cabeza y observa el interior fijamente durante varios minutos.
Entra y vuelve a salir al rato con un cigarrillo en la mano. Fuma apoyado en la baranda. A diferencia del resto de la semana, son casi las 11 pero no hay ruidos ni gente en la calle y apenas un poco de tránsito. Pita y larga bocanadas grandes de humo cada pocos segundos. No tiene apuro. Ni calma.
Domingo 16 de marzo
Hoy no está. Sí otra mujer, parecida a rubia que podría haber sido su madre; tal vez es la misma. Ésta tiene el cabello rubio oscuro y un brushing hecho. Está vestida de negro, lleva puestos un pantalón y una campera de hilo. Usa anteojos de marco grueso y oscuro. Tiene un pañuelo anudado en el cuello de colores anaranjados. Con las manos entrecruzadas, está reclinada. Mira la calle. Luego retrocede y fija la mirada en el interior de la caja de cartón. Él no sale aún. Seguro no lo hará en todo el día.
Lunes 17 de marzo
A la mañana no se asomó. A la tarde, alrededor de las 7, me crucé con él camino al gimnasio, en la avenida Santa Fe. Vestido con jeans y zapatillas, caminaba como de paseo, pero sin prestar atención a la gente ni al rumbo. Además de blanca, tiene la cara inflamada y tensa, los ojos saltones y el pelo tan largo que da la impresión de estar desaliñado. Andaba con las manos en los bolsillos de una campera, y desentonaba con el resto de los transeúntes, a quiénes podía adivinárseles un objetivo en su andar: el regreso a casa después del día de trabajo, un encuentro con amigos en un café, las compras del día. Él caminaba sin ver.
Martes 18 de marzo
Una vez más la persiana del living está alzada, la luz quedó encendida toda la noche. La persiana de la habitación contigua está también abierta pero allí la luz está apagada. Se ven sólo las cortinas de muselina de color grisáceo.
Sale recién cerca del mediodía. Está vestido con un bermudas a cuadros y una remera azul cobalto, algo desteñida y sin planchar. Cruza los brazos sobre el pecho y se para a medio metro de distancia de la baranda. Tiene las piernas ligeramente entreabiertas. Mira la calle. De repente levanta la vista y la dirige hacia mi balcón – que está en un tercer piso – y mira directamente hacia mí; yo lo observo desde el mío. Nos miramos durante dos o tres segundos. Bajo los ojos rápidamente y sigo acomodando la ropa en el tender. Intuyo que su mirada sigue clavada en mí, como cuando mira el interior de la caja de cartón.
viernes, 4 de abril de 2008
Hamburguesas en el Luna
Desde 1931 el Palacio de los Deportes fue escenario de espectáculos artísticos y deportivos contando con mas 23 titulos de box, hasta la presentación de Marco Antonio Solís. También fue sede de los funerales de Carlos Gardel, Julio Sosa y Ringo Bonavena .
Resulta que en diagonal a éste lugar, hay un puesto callejero de comida que ofrece panchos y hamburguesas. estas últimas son las mejores de todo el microcentro. Son enormes y muy ricas con gustito a parrilla y se les puede agregar de todo. Papas, huevo, salsa criolla y unos cuantos condimentos. El lugar es un monumento a la falta de higiene, apoyado contra una de las esquinas del correo recibe a ls proveedores y comensales al mismo tiempo.
La verdad es que es sólo para valientes, pero si algún día pasan por ahí a sacar alguna entrada, armensé de valor y prueben una, están buenisimas.
sábado, 29 de marzo de 2008
Sísifo en la Plaza de Mayo
En los días posteriores a algunas protestas, cuando los monumentos y edificios de la Plaza de Mayo y alrededores se pintan de graffitis, la zona se puebla de sísifos urbanos y uniformados de azul cobalto, que comienzan a despintar con prolijidad lo que los manifestantes harán de nuevo al día siguiente. Con suerte, una semana después. Más pesado que los tachos de pintura blanca y las brochas que acarrean para borrar figuradamente las huellas del devenir del país, será la certeza de que el esfuerzo es – ahora sí literalmente - inútil.
Imagino que en Estados Unidos estos trabajadores harían una demanda al Estado, a la empresa de limpieza o a quien sea y pedirían una indemnización por perjuicio moral. Acá estamos (demasiado) acostumbrados a los daños.
Las pintadas en la Pirámide de Mayo tras las manifestaciones por la contienda entre el gobierno y el campo.
viernes, 21 de marzo de 2008
De sánguches y flores
-Iguales que nosotros – dije - porque, en primer lugar, ¿crees que los que están así han visto otra cosa de sí mismos o de sus compañeros sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la parte de la caverna que está frente a ellos? Platón
Antes de plegarme a la propuesta de Tina de ir a Las Violetas a comer sánguches de miga porque (insistió) son increíbles, pensaba que se trataba de una exageración, que la única verdad es la realidad -o que la realidad es la única verdad, que es lo mismo- y que el sánguche de miga es bastante parecido en todos lados, más rico, menos sabroso, tostado, carlitos, croque monsieur, pero sánguche de miga al final de cuentas.
Sin embargo, me equivoqué. Como sentenció mi amiga, la idea – según la concepción platónica – del sánguche de miga está (a todas luces) en Las Violetas.
Esta semana fuimos con Tina a la confitería de la Avenida Rivadavia y Medrano, y nos acercamos primero al mostrador para hacer una primera apreciación visual de una de las especialidades de la casa. Estaban apilados unos sobre otros al lado de una balanza y de la empleada, que nos decía en forma terminante que no podían hacer nuevos gustos porque se habían quedado sin pan.
La desilusión nos nubló el entendimiento y empezamos a elegir gustos entre los que había ahí - jamón y queso, ananá y jamón y roquefort, jamón y nuez – aún cuando Tina repetía una y otra vez: no saben lo que son los de corazón de alcaucil, mirando en derredor como si buscara en los exhibidores el pan de miga que la mujer decía no tener.
La empleada nos dijo que si los íbamos a comer en el café, teníamos que pedirlos directamente en la mesa y ésta fue la oportunidad de convencer al mozo. Lo logramos. No sólo había más pan -¡cómo imaginar una panadería sin pan!- sino que pedimos tres variedades: corazón de alcaucil y jamón, caprese (con aceitunas negras) –y pavita, palmito y salsa golf.
El primero es (al decir de Tina) mejor que el alcaucil mismo. Y estoy por completo de acuerdo con ella. El de caprese no deja dudas acerca de su identidad. No es una ensalada ensanguchada. Todo lo contrario, tiene total autonomía con respecto a todo lo conocido y es un sánguche hecho y derecho, único e incomparable con nada. El de pavita nos gustó, sólo a secas. Pero dos de tres es una buena performance.
Pagamos sonriendo y no nos fuimos sin antes mirar los vitrales de la confitería y reflejarnos en los muchos espejos como seguro lo hicieron personajes de una Buenos Aires de antaño.
Tuvimos también la certeza de que cualquier sánguche de miga que pudimos haber comido en el pasado no fue más que mera sombra imperfecta, reproducción inferior de los de Las Violetas, un reflejo que atisbamos atados por las piernas y el cuello dentro de la caverna.
viernes, 14 de marzo de 2008
Suplemento Psi!
Si bien es cierto que las temáticas habituales del tango durante muchos años se refirieron inequívocamente a amores desencontrados o a una relación patológica con las progenitoras de los machos cantores argentinos, también es cierto que la barra de amigos, el café de la esquina, los burros, el escolazo o un estaño amable siempre fueron suficientes para ahogar las penas de los eternamente mortificados habitantes de la ciudad.
Incluso a la parte de Palermo más cercana a la Recoleta (en realidad a Barrio Norte aunque este no ostente el título formal de barrio) es conocida con el apodo de “villa Freud” por la cantidad de psicoanalistas que atienden por esos lugares.
Afortunadamente para los compadritos que le andan buscando la vuelta a “barbeta” Freud, Horacio Casco y Batista Benengeli editaron un libro que se llama: “Pa manyar a Freud”. Esta obra que ellos mismos definen como “un relato de un análisis reo y mataburro de psicoanálisis”, es realmente entretenida e incluso aleccionadora para aquellos que no junamos demasiado del tema de esos que te revisan la azotea.
Para bajár el libro gratis, se puede entrar al sitio del proyecto, aunque en realidad hay un vínculo directo, está bueno pasar a visitarlos… si después de todo, hasta la foto de este post les chorié.
viernes, 7 de marzo de 2008
Microcentro. Santos y Narcotraficantes.
Sin buscar encontré tres en los cuales guarecerme. La Iglesia y Monasterio Santa Catalina de Siena es uno, muy lindo. Monumento Histórico Nacional, que fue restaurado y en 2001 fue sede de casa FOA. Actualmente tiene un lindo patio con árboles y palmeras, donde funciona un restaurant en el que nunca comí. Pero es un buen lugar para sentarse en alguno de sus bancos y pasar un rato.
Otro lugar, también con un templo al lado, es el Convento de San Ramón nonato, Patrono de las embarazadas y de las que esperan concebir un hijo. También Monumento Histórico Nacional, también con un patio interno, con varias opciones para comer a su alrededor. Tampoco comí en ninguno de estos restaurants, pero si sentado en los bancos del jardín con provisión propia. Si bien no tuvo la suerte de albergar a casa FOA, está muy bien mantenido y es más tranquilo que el anterior.
El último de los lugares de éste recorrido es una plaza. Queda adelante de la comisaria de la policía turística. Tiene varios árboles que dan sombra y albergan a un montón de palomas que molestan a las personas que comen ahí. La semana anterior a las lluvias, estaba sentado en uno de los bancos de material, cuando veo aparecer a un tipo muy parecido a Luca Prodan. Pelado, bermudas largas y musculosa. Llevaba una mochila en la espalda y se sentó lejos. A los pocos segundos encara derechito para dónde yo estaba pide permiso y se sienta. Enseguida escupe: "todo esto lo mueve el narcotráfico", ajá. No sé que más dijo con la excusa de decirme que tenía 60 mil pesos en la mochila y que los tenía que cambiar por merca.
Al principio me pareció interesante el personaje pero como insistía con su conversación y con la merca, decidí irme. Pensando en una madre virgen, un santo que nunca nació, un trasnochado y en algún otro lugar semipúblico para comer al aire libre.
jueves, 14 de febrero de 2008
El Río de la Plata en África
Es por eso que Guinea Ecuatorial es el único país africano donde se habla el español, algo así como Filipinas en Asia, que formó parte del Virreinato de México.
sábado, 9 de febrero de 2008
El atorrante
Cien años más tarde, José Gobello y Jorge Bossio publicaron un libro que compila reflexiones acerca del atorrante (Ediciones del Candil, Buenos Aires, 1968) que, el mes pasado, encontré en el estante de una biblioteca cuyos dueños perdieron el recuerdo de los libros que hay pero que los guardan muy celosamente.
La Academia define al atorrante como “vago, callejero y generalmente sin domicilio”. En cuanto al origen de la palabra, la tesis más difundida es, precisamente, la que vincula el término con la marca de los tubos destinados a derivar las aguas del río. Se dice que a fines del siglo XIX, los vagos dormían en un depósito costero, dentro de los caños usados para las obras de salubridad pública. Se dice también que los tubos ostentaban la inscripción A. Torrent, nombre del fabricante. Como los vagabundos se convertían en huéspedes de A. Torrent, se los llamó atorrantes.
Sin embargo, uno de los autores y compiladores del libro mencionado, José Gobello, no adscribe a la teoría de que a los vagabundos se los denominó atorrantes porque dormían en los caños fabricados por A. Torrent. En primer lugar, tanto él como otros estudiosos del argot no lograron comprobar que los caños tuvieran tal inscripción. Además, de haber tenido los caños esta leyenda - se pregunta Gobello - porqué no se derivó atorrentear en vez de atorrar. Dice, en cambio, que atorrar (dormir) – de la cual derivaría atorrante - puede ser una palabra de origen extranjero, “por muy porteña que parezca”. “Más porteño que pibe no hay nada, y lo trajeron los inmigrantes”, concluye en el libro “Lunfardía” (José Gobello, Buenos Aires, 1953).
Si fue primero el término atorrar o atorrante, parece cuestión muy delicada y difícil de desentrañar. A su vez, si deriva de la leyenda de los caños de Torrent, de la circunstancia de que los vagabundos deambulaban con el “ hato” errante (su ropa y otros objetos de uso ordinario a cuestas), o si el término atorrante surgió porque en los almacenes de fin de siglo, cuando aparecía algún desocupado en busca de trabajo, lo empleaban en torrar café, pareciera prometer muchas páginas más de disquisiciones.
Pero las que ya fueron escritas por distintos autores de finales del siglo XIX y principios del XX, bastan para la sorpresa, la sonrisa y hasta el romanticismo. Transcribo algunos fragmentos y espero no atorrar con la extensión de las citas.
Antonio Dellepiane, Las causas del delito, Buenos Aires, 1892.
“La Argentina difiere [..] fundamentalmente de los países europeos. Lejos de estar en exceso, los brazos faltan aquí. El trabajo abunda y es ampliamente remunerado. La vida es fácil y cómoda. Los artículos de primera necesidad: el pan, la carne, están al alcance de todo el mundo. El clima es benigno, suave, perfectamente soportable, aún en las estaciones extremas. El pobre no tiene que pensar, como en Europa, en aprovisionarse, en reunir combustible, que le ayude a resistir un invierno inclemente. El jornalero más humilde, el doméstico, el pequeño industrial, ganan lo bastante no solo para satisfacer sus necesidades premiosas y hasta superfluas, sino para ahorrar, para crearse un fondo de previsión, para constituirse un pequeño capital que le sirva de palanca con la cual puedan llegar a posición holgada y cómoda que forma el blanco de sus deseos, el objetivo de sus aspiraciones. La lucha por la vida es, pues, aquí menos ardiente que en Europa y reviste caracteres más humanitarios…El pauperismo, esa llaga terrible de las sociedades europeas, es completamente desconocido en la Argentina….Estas circunstancias económicas traducen su influencia en las distintas manifestaciones de la actividad inmoral y criminosa…La vagancia que hasta hace poco era desconocida en la República con el carácter que tiene en el antiguo continente, comienza, es cierto, a manifestarse en las ciudades populosas del litoral; pero apresurémonos a decir en honor y descargo nuestro, ella puede hasta ahora ser considerada como una planta exótica en nuestro suelo, como un producto importado, como una enfermedad extraña a nuestra patología social. Seguros estamos de que si se levantara una estadística de los atorrantes…, se hallaría que la casi totalidad de ellos, por no decir la totalidad de ellos, está formada por vagos extranjeros importados".
José María Salaverría; Tierra argentina, Madrid, 1910.
"¿No habéis visto en las grandes corrientes de agua cómo marchan por el centro del río los barcos, la hojarasca, los añosos árboles, todos bogando triunfalmente por entre los remolinos hacia las remotas riberas, hacia desconocidos mares? De esta manera son las corrientes humanas de las grandes ciudades modernas: van navegando entre los remolinos, arrastradas velozmente hacia la gloria o hacia la fortuna. ¿Pero no habéis visto también cómo del centro de la corriente se apartaban algunos troncos, algunas hojas o algunas barquillas, y buscando el reposo de los remansos se detenían junto a la margen del río y de allí quedaban inmóviles hasta pudrirse y desaparecer? En los grandes ríos humanos hay asimismo algunos seres que se apartan de la corriente triunfal y buscan los remansos, se detienen hasta morir como sombras desvanecidas…En este remolino de Buenos Aires flotan los hombres de audacia, de presa y de voluntad. Pero ciertos hombres no pueden resistir la fuerza del remolino y se apartan a un lado. Son los vencidos. En el argot del país tienen un mote singular: se les llama atorrantes. El nombre de atorrante lo expresa todo; equivale a holgazán, hambrón, vagabundo.... Pero el atorrante no quiere restituirse a su vieja patria remota; hasta la fe en la patria se ha desvanecido. Tampoco quiere vegetar en oficios humildes y sin redención. Prefiere abandonarse en brazos de la fatalidad, como la hoja seca. Tiene el abandono, la resignación y la dulzura de la hoja seca. En medio de sus greñas y de sus barbas hirsutas, los ojos azules miran con la vaguedad del que se encuentra al otro lado de los fenómenos. Ha encontrado la raíz del problema. Sabe todo cuanto sabía Diógenes: que todas las cosas son mentiras."
P.B. Tito, en P.B.T., Nº 17, 14 de enero de 1905)
"La foule, en caso de juzgar al personaje, lo hace con más felicidad: como que cada individuo tiene su preconcepto….Y no podía ser de otro modo: que no está en plena calle y negocios de por medio, para disquisiciones de gabinete. ¡Paso al atorrante!….cada cual piensa a su modo.La dama de perifollos - ¡Qué asco! Los seres tímidos - ¡Qué miedo! El sabihondo – Un caso. El delincuente – Un colega sin historia. Los cándidos - ¡Qué raro y feo! El buen hombre - ¡Pobre infeliz! La beata - ¡Un maldito de Dios! El pesimista – Un dichoso. El novísimo psicópata – Un abultado. El mismo, en distinta ocasión – Un disgregado erotómano. El pisaverde….hace que no lo ve. El acaudalado - ¡Un haragán! El justo – Una célula enferma del todo social. Es menester curarla. El determinista – Un producto del medio. El juez – Un inútil que pide la eliminación. El revolucionario - ¡Una injusticia social que grita venganza!"
*En la foto, caños similares a los habitados por los atorrantes.
lunes, 28 de enero de 2008
El barrio más grande, según Tina
Palermo
Podría ser Italia, aunque ha querido ser Francia a través de sus jardines y amplias avenidas. Palermo Chico recuerda lo más encumbrado de Londres y, tanto Hollywood como Soho, le imprimen su fascinación norteamericana. Es el barrio más grande de Buenos Aires. Es tan inmenso que su nombre sólo resume lo mejor que la ciudad tiene para ofrecer: vida al aire libre, sofisticación y diseño. Tres conceptos que echarían chispas en cualquier otra parte, conviven de maravilla en Palermo. Y la vanguardia tampoco queda fuera de cuadro una vez que se avizora un posible Palermo Queens en la zona de Villa Crespo. Hay de todo, para todos los gustos, de día o de noche cuando el bosque deja de lado su aspecto bucólico y se enciende en “zona roja”. Zona que arde estos días, además, debido al cambio de horario. Los últimos patinadores se chocan en su camino con los trabajadores de la noche – que ahora arrancan más temprano – y la cosa se torna de un “Central Park West” en “La jaula de las locas”.
¿Cuál es la historia, sin embargo, de este gigante porteño? No se sabe a ciencia cierta si debe su nombre a la ciudad italiana homónima, si fue un tal Juan Domínguez Palermo que hacia 1600 poseía la mayoría de las tierras o si se debe a la Iglesia adonde se adoraba a San Benito de Palermo. En realidad, podría ser que Juan Domínguez oriundo de Palermo mandara a construir una iglesia con el patrono de su ciudad natal y… todos contentos. Lo único cierto es que el barrio fue el escenario cotidiano de Don Juan Manuel de Rosas hacia 1830. Escenario desmantelado 20 años más tarde debido a su derrota frente a Urquiza. Con el consabido cambio que implicó en la historia política argentina, este traspaso de poder representó para Palermo la posibilidad de un gran espacio verde recreativo y un monumento a caballo del caudillo vencedor entrerriano. Los travas aparecerían mucho tiempo después. Antes sería el turno del zoológico de Bs As inaugurado por orden de Domingo F. Sarmiento, enemigo acérrimo de Rosas. “En el nombre de Rosas” sólo quedaría luego de su derrota en el 52’, el rosedal de Palermo. Pocas flores para el Restaurador de las leyes que partió a Inglaterra adonde terminó sus días como granjero. De algo le habría servido practicar el cultivo con tamaña extensión de terreno, en sus días gloriosos.
Y sí, digámoslo, Palermo es antes que un barrio un pensamiento cuya máxima evoca lo más hedonista, fashion y gourmet que todos tenemos dentro. No es casual que siempre, de paseo por el barrio, te encuentres con algún conocido.
Los Portones de Palermo. Existieron de 1875 a 1917, año en que fueron demolidos. Constituían el acceso al Parque Tres de Febrero que se cerraba por las noches.
Parque Garibaldi (Plaza Italia)
Un restaurante célebre que había en el Pabellón de los Lagos, en Palermo.
Actual Avenida del Libertador y Sarmiento. Había una fuente y ya estaba emplazado el monumento a Sarmiento de Rodin.
El Jardín Zoológico, fundado por el Presidente Sarmiento a fines de 1884, en el Parque Tres de Febrero.
jueves, 24 de enero de 2008
¿Capital Federal?
Recién después de proclamarse la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, los porteños comenzamos a olvidar, de a poco, el nombre de “Capital Federal” con el que habitualmente nos referíamos a la ciudad. Los vaivenes políticos de nuestro país hicieron que Buenos Aires sea el asiento del Virrey y la capital del Virreinato del Río de la Plata en 1776.
La ciudad se federalizó tras la revolución de 1880 contra el gobierno de Avellaneda - a cargo de Carlos Tejedor - y en 1882, el Congreso Nacional creó las figuras del Intendente y el Concejo Deliberante de la Ciudad, dejándole al Presidente de la Nación en conformidad con el Senado, la potestad de cubrir el cargo ejecutivo y al voto popular, los puestos legislativos.
Tras la reforma de la Constitución Argentina de 1994, luego del famoso Pacto de Olivos, la ciudad pudo contar con su propia carta magna que fue finalmente aprobada en el año 1996. El primer intendente que asumió fue Torcuato de Alvear (hijo de Carlos y padre de Marcelo Torcuato), designado por Roca en 1883 y el primero que logró desempeñarse como Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires - gracias al voto directo - fue Fernando de la Rúa.
El barrio de Belgrano, cuando todavía no era parte de la ciudad de Buenos Aires, fue capital de la república por orden de Avellaneda de junio a septiembre de 1880, esto es, mientras duró el levantamiento del Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Carlos Tejedor, mencionado anteriormente. El lugar desde donde el entonces presidente y parte del poder legislativo gobernaba el país es el actual Museo Sarmiento.
Por último, en 1986, el entonces Presidente de la Nación, Raúl Alfonsín, dispuso el traslado de la Capital Federal a la ciudad de Viedma (Ley Nº 23.512), actual capital de la provincia de Río Negro. Por supuesto, esto nunca fue llevado a cabo pero la norma sigue vigente, incluso en el tercer artículo de la Constitución de la Ciudad aclara que el gobierno de la ciudad cooperará con las autoridades federales “mientras” siga siendo la capital de la República.