lunes, 19 de noviembre de 2007

Bien de Buenos Aires

Dos características de las personas que viven un tiempo en Buenos Aires, son la exageración y la fidelidad para con lo que se dice. No importa si es la estupidez más increíble, se la defiende con seriedad hasta el absurdo.

Rodolfo Sciammarella y Carlos Petit lo demuestran en los versos del vals que copio abajo

Yo soy parte de mi pueblo y le debo lo que soy;
hablo con su mismo verbo y canto con su misma voz[…]

[…] Cien barrios porteños, cien barrios de amor,
cien barrios metidos en mi corazón.

Tenían un catastro propio? Vivían la ciudad de otra manera? O eran devotos de las dos características? Cualquiera sea el caso (yo me inclino por la última), lo cierto es que gracias a estos versos es que se repite hasta el hartazgo la historieta de los cien barrios porteños.

Los cien Barrios en realidad son 48. Los dos últimos en alcanzar esa condición fueron: Puerto Madero en 1996 (muy a pesar de un amigo…) y la República separatista de Parque Chas, que luego de mucho batallar alcanzó el status de estado beligerante y ya en 2005 logró independizarse de Agronomía para convertirse en un barrio autónomo (¿?).


12 comentarios:

Anónimo dijo...

No sabía que de ahí estaba el origen de "los cien barrios porteños". Interesante, che.

elduende dijo...

Así es Mati, de ahí viene.

Aureliano Buendía dijo...

Buena perla, tampoco tenía idea. Ahora me pregunto yo: porqué se dice que fueron 46 hasta 1968? Si no estoy mal interpretando el posteo, fueron 46 hasta la década del '90, cuando Puerto Madero se transformó en una pesadilla, casi una tragedia, para Curda.

elduende dijo...

Gracias don Aureliano, edición que quedo por el camino, corregida.

Anónimo dijo...

No es que odie Puerto Madero, simplemente me parece que es la síntesis de la más recalcitrante cultura menemista, donde la única religión es el consumo, donde los mercachifles lograron que Buenos Aires pierda por completo su identidad durante unas cuadras y nada menos que en el puerto, que fue la única razón de existencia de esta ciudad durante muchos años.

Anónimo dijo...

No veo censurable en sí misma la idea de reciclar un puerto que no resultó funcional como tal y convertirlo en un barrio. Sí lo es el escaso protagonismo de la administración pública en el proceso de transformación del antiguo puerto.
Por otra parte, no creo que Puerto Madero afecte de manera sustancial a la ciudad (haciéndola, por ejemplo, perder identidad como dice Curda Floja). Es más, me parece que por la manera en que Puerto Madero “dialoga” con otros barrios y con los habitantes de la ciudad en la actualidad, podría el barrio entero zarpar como un barco y la vida cotidiana de los porteños, en términos generales, no se vería afectada para nada.

Anónimo dijo...

Lo que yo quise decir es que Puerto Madero perdió su identidad (la original del puerto), no que Buenos Aires haya perdido su identidad. Lo que lo convierte en un hecho significativo es que el puerto fue la razón de ser y de existir de esta ciudad durante muchos años, me parece una lástima que se haya convertido, como vos bien decís, en un barrio que no genera ningún tipo de diálogo con el resto de la ciudad.

También hay que reconocer que hasta que no hubo un proyecto de inversión privada, los distintos intendentes que tuvo la municipalidad no hicieron nada para convertirlo en un espacio mejor de lo que es hoy en día.

Colores dijo...

Una poco lúcida aunque pragmática hipótesis podría ser que en MUCHO más fácil de cantar y rimar el número cien que el cuarenta y ocho. no te parece?

Anónimo dijo...

con 48 se me ocurren muchas cosas que riman...

Anónimo dijo...

A mí también me gusta la poesía.

Colores dijo...

Anónimo: Flor del Irupé me hizo el mismo chiste que vos por correo electrónico. Me retracto, es MUCHO más fácil rimar ocho que cien.

Mario dijo...

Disfruto mucho de pasar mi vida y vivir en Buenos Aires. Sin embargo me gusta cada tanto, conseguir Pasajes a Paris, o a Roma que son ciudades que siempre me gusta mucho poder recorrerlas