lunes, 28 de enero de 2008

El barrio más grande, según Tina

Siguiendo con el recorrido de los 48 barrios porteños, Tina pinta un retrato del único que, además de ser el más extenso, parece tener la propiedad de propagarse más allá de sus límites territoriales. A la postal de Tina, Andaba suma postales palermitanas - “literales” - de antaño, tomadas del libro: “Buenos Aires hace cien años, a través de sus postales”, publicado en 2003, por la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires.

Palermo

Podría ser Italia, aunque ha querido ser Francia a través de sus jardines y amplias avenidas. Palermo Chico recuerda lo más encumbrado de Londres y, tanto Hollywood como Soho, le imprimen su fascinación norteamericana. Es el barrio más grande de Buenos Aires. Es tan inmenso que su nombre sólo resume lo mejor que la ciudad tiene para ofrecer: vida al aire libre, sofisticación y diseño. Tres conceptos que echarían chispas en cualquier otra parte, conviven de maravilla en Palermo. Y la vanguardia tampoco queda fuera de cuadro una vez que se avizora un posible Palermo Queens en la zona de Villa Crespo. Hay de todo, para todos los gustos, de día o de noche cuando el bosque deja de lado su aspecto bucólico y se enciende en “zona roja”. Zona que arde estos días, además, debido al cambio de horario. Los últimos patinadores se chocan en su camino con los trabajadores de la noche – que ahora arrancan más temprano – y la cosa se torna de un “Central Park West” en “La jaula de las locas”.

¿Cuál es la historia, sin embargo, de este gigante porteño? No se sabe a ciencia cierta si debe su nombre a la ciudad italiana homónima, si fue un tal Juan Domínguez Palermo que hacia 1600 poseía la mayoría de las tierras o si se debe a la Iglesia adonde se adoraba a San Benito de Palermo. En realidad, podría ser que Juan Domínguez oriundo de Palermo mandara a construir una iglesia con el patrono de su ciudad natal y… todos contentos. Lo único cierto es que el barrio fue el escenario cotidiano de Don Juan Manuel de Rosas hacia 1830. Escenario desmantelado 20 años más tarde debido a su derrota frente a Urquiza. Con el consabido cambio que implicó en la historia política argentina, este traspaso de poder representó para Palermo la posibilidad de un gran espacio verde recreativo y un monumento a caballo del caudillo vencedor entrerriano. Los travas aparecerían mucho tiempo después. Antes sería el turno del zoológico de Bs As inaugurado por orden de Domingo F. Sarmiento, enemigo acérrimo de Rosas. “En el nombre de Rosas” sólo quedaría luego de su derrota en el 52’, el rosedal de Palermo. Pocas flores para el Restaurador de las leyes que partió a Inglaterra adonde terminó sus días como granjero. De algo le habría servido practicar el cultivo con tamaña extensión de terreno, en sus días gloriosos.

Si bien su magnanimidad es una de las características del barrio, a ratos todo se concentra en un solo punto. Sus dos plazas principales, adonde se reúne la gente a comer, beber y comprar, son la placita Serrano y la plaza Armenia. Y si bien la primera es más hippie que la segunda, ambas inspiran a la reunión, la adquisición de accesorios y venta de fragancias de marcas copiadas. Por cierto, hay quienes creen que éstas huelen mejor que las originales. Claro que también se trata de clientes asiduos. Lo interesante es que en Palermo convive todo. Los locales de marcas importadas, los diseñadores independientes, tiendas desmontables que invocan a grandes marcas a la sombra de un árbol… en resumidas cuentas, vendedores y compradores que apuestan a la diferencia (en nombre del diseño, del precio o ambos) Palermo Soho es la diferencia aunque después estemos todos vestidos iguales.

Y sí, digámoslo, Palermo es antes que un barrio un pensamiento cuya máxima evoca lo más hedonista, fashion y gourmet que todos tenemos dentro. No es casual que siempre, de paseo por el barrio, te encuentres con algún conocido.
Por Agustina Cardoni



Los Portones de Palermo. Existieron de 1875 a 1917, año en que fueron demolidos. Constituían el acceso al Parque Tres de Febrero que se cerraba por las noches.



Parque Garibaldi (Plaza Italia)


Un restaurante célebre que había en el Pabellón de los Lagos, en Palermo.


Actual Avenida del Libertador y Sarmiento. Había una fuente y ya estaba emplazado el monumento a Sarmiento de Rodin.


El Jardín Zoológico, fundado por el Presidente Sarmiento a fines de 1884, en el Parque Tres de Febrero.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustan las visiones que integran Palermo como esta nota. Me gustarían recomendaciones de la autora!!

Anónimo dijo...

Capta muy bien el ritmo de vida y la esencia de nosotros los palermitanos. Arriba Palermo

Anónimo dijo...

Tina,

Felicitaciones Parce!! Vacanísima la nota. Soy Paisa de Medellín y estuve por Palermo hace un mes, cuando estaba de visita en Buenos Aires y tu artículo me ha pintado a Palermo nuevamente a la perfección. Mil gracias!!!

Anónimo dijo...

Muy buena mezcla de realidad y humor!!

Anónimo dijo...

Que lástima que demolieron los portones eran muy lindos me hubiera gustado conocerlos. Y pensar que ahora están enrejando todas la plazas.

Monica dijo...

estoy parando en un hotel en buenos aires, cual sera el barrio mas grande de esta ciudad?