miércoles, 12 de diciembre de 2007

Lugares a los que nunca volví

La misma escena ya la había vivido muchas veces. Doblar por Callao hacia Libertador, levantar la cabeza todo lo que podía, como si la quisiera despegar del cuerpo. Mirando para adelante. Esperando llegar a la bajada, poco a poco empezar a ver lo que pasaba a lo lejos. Pero esta vez era diferente. Paramos antes de cruzar la avenida, bajamos y cruzamos caminando. Algo de cola, molinetes, cortar la entrada, ya no importaba lo que pasaba del otro lado de libertador, ni en ningún otro lugar.

Estábamos en el Italpark ! El recuerdo de la ansiedad y expectativa, la certeza de diversión asegurada se mezclaban en una sensación distinta, que cuando era más chico era exclusiva de ese lugar.


Y empezaba la recorrida que nunca era la misma, dependía de la cantidad de gente que se agolpara ante cada juego. Tren fantasma, Super8 Volante, autitos chocadores, laberinto. Parar un rato a descansar, tomar alguna fanta, comer copos de azucar y seguir para la zona de entretenimientos robaplata tipo kermesse. Una mesa de 2 x 2 repleta de botellas vacías de gaseosas, unas contra otras, no podía entender como nunca, nunca, nunca, lograba que la argolla de acrílico colorado quedara en el cuello de alguna. No había caso.



Entonces continuaba pegoteado el recorrido por el pulpo, pasaba adelante del materhorn, lo miraba un rato y seguía para las tasas, el barco, el samba, volvía a mirar el materhorn... Me subía a la montaña rusa nueva, la del rulo, pero con el materhorn no, no me animaba. Así seguía la tarde empezando a repetir juegos, cada vez mas pegoteado, esquivando los asientos vomitados. Siempre había alguno en cada juego y esto lo pienso ahora, no los limpiaban nunca!

Las coordenadas son las mismas, pero no el lugar. Hace unos años, por un accidente en el juego que tanto miedo me daba, cerraron en Italpark. Había varias propuestas acerca de que hacer con el predio. Otro parque de diversiones, auditorio al aire libre, un complejo hotelero y un espacio verde. Hoy es un parque mas o menos lindo, con esculturas de Fernando Botero. Está cercado y su nombre es en honor a Julio Carlos Thays.

Si bien el lugar no es el mismo, pasé por libertador varias veces, pero nunca volví.


4 comentarios:

Los isleros dijo...

El ultimo recuerdo que tengo del Italpark es de febrero de 1988, Los fabulosos Cadillacs tocaban gratis en ATC pero el sonido era tan malo que empezo una "pueblada" que termino con la evacuacion de los musicos, la guardia de infanteria, gases lacrimogenos y demases resabios.
Sali corriendo, me perdi de mis amigos y solito con mis pocos anios termine corriendo de la policia y quede aplastado contra la entrada de atras (la que daba al estacionamiento de la facultad de derecho). Tanto julepe se pego el cuidador que salio corriendo y dejo la puerta abierta.
Perdon por lo extenso, pero se me destapo la memoria.
Saludos!

elduende dijo...

Que momento bizarro te tocó vivir!
Y pensar que lo publicitaban con la siguiente frase: "Una familia de inmigrantes Italianos crearon una empresa argentina para la felicidad y sano esparcimiento de los niños. La feria infantil mas grande y moderna del mundo orgullo de la Argentina"

Anónimo dijo...

Hace algun tiempo pase por el Parque Thays, y me detuve justo enfente de la escultura de Fernando Botero. Mientras la miraba recordaba el Samba, los autitos chocadores, el Super 8 Volante (Grossoo!!!) y el tren fantasma ... mi momento de inspiración se cortó cuando escuché "vieja, no me tirá unos manguitos" y al darme vuelta me di cuenta que no eran cieguitos, pero que eran seis. Corri como nunca. Ahora trato de ver la plaza desde la vereda de enferente, y ya no me acuerdo del Italpark. Un abrazo,

Sebas

Gustavo Correa dijo...

A esos mismos juegos se puede subir todavia en un parque de diversones de Lujan