La apariencia de Zemrude es según el ánimo de quien la mire. La ciudad que describe Italo Calvino en Las ciudades invisibles, es también Buenos Aires.
Si pasas silbando, la nariz cerniéndose al compás del silbido, la conocerás de abajo arriba: antepechos, cortinas que se agitan, surtidores. Si caminas con el mentón apoyado en el pecho, las uñas clavadas en las palmas, tus miradas quedarán atrapadas al ras del suelo, en el agua que corre al borde de la calzada, las alcantarillas, las raspas de pescado, los papeles sucios. En Zemrude todos hablan del recuerdo de la ciudad de arriba porque llega el día en que la mirada se hunde sin remedio en el pavimento.
Está bueno desanudarse de la Buenos Aires de zócalo, desatar los ojos del cordón de la calle, recorrer algunas galerías y mirar para arriba ese otro cielo, tan cierto como la ciudad de abajo. Porque son un atajo para ganar tiempo, y también porque son un atajo que rompe con el devenir de afuera. Es así que a mí, me sorprenden con un cambio de humor, tan inmediato como desapercibido resulta el límite entre un plano y otro, tan efímero como los segundos que tardo en transitar el pasaje. Afuera queda el sol o la lluvia, el frío, el viento y ahora la nieve…También los bocinazos de los autos y el ruido de los caños de escape de los colectivos.
Si solo existe el presente, vale la pena refrescar el recuerdo de la ciudad de arriba para que vuelva a existir.
Cliqueá en cada uno para leer la reseña:
-Pasaje Barolo
-Pasaje Güemes
-Pasaje Roverano
lunes, 1 de octubre de 2007
Pasajes de Buenos Aires o el otro cielo
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Pasajes
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2 comentarios:
Gracias !!!! por dos cosas: Calvino y hacerme tomar conciencia que transito lugares sin mirar el otro cielo. Siempre los visito y me divierto con uds, imgeniosos, sensibles e inteligentes, un buen cóctel explosivo. Nobleza obliga: GRACIAS!!!!!!!!!!!!
Gracias Carmen. Es un gusto encontrarte por acá.
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